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Tras la fiebre del Gangnam Style, ya nadie duda del dominio que Corea del Surtiene de la red y sus posibilidades. De lo que sí hay dudas, sobre todo, dentro del propio país asiático, es de la legitimidad del uso que los servicios surcoreanos de inteligencia, los NIS, hicieron de Twitter durante la campaña electoral de 2012.
Varios fiscales federales acaban de confirmar las sospechas de un porcentaje de la población surcoreana desde hace unos cuantos meses: que el NIS llevó a cabo una ambiciosa campaña, desplegada a través de más de un millón de tweets, que influyó, de forma decisiva, en la elección de Park Geun-hye, actual presidenta de Corea del Sur.
Estos abogados acaban de presentar nuevas evidencias, que detallan cómo se llevó a cabo la operación. Según recoge The Verge, un equipo de agentes del NIS se dedicaron, durante la campaña electoral, a publicar 1,2 millones de tweetsque contenían mensajes tanto de alabanza para Park y su equipo como de menosprecio hacia sus rivales. Estos tweets no eran sino duplicados y copias de 26.550 mensajes que fueron distribuidos y propagados a través de un programa informático.
Si bien es cierto que Park Geun-hye, la primera mujer en presidir Corea, accedió al cargo el pasado diciembre después de haber vencido en las elecciones por un millón de votos, y que no es fácil, tampoco, demostrar hasta qué punto puede influir una campaña de tweets en nuestra decisión de voto, los representantes de la oposición ya señalan a la presidenta electa como la responsable de haber orquestado la operación.
Se encuentra, también, bajo sospecha el Comando de Ciberdefensa, dependiente de la Armada Surcoreana. Recientemente se supo que cuatro de sus oficiales habían sido sorprendidos en una campaña online similar a la antes mencionada, pero dirigida únicamente contra los rivales políticos de la actual mandataria.
La presidenta ha asegurado que no tenía noticia de estas acciones y ha instado al NSI a que no interfiera en los asuntos de la política nacional. Por su parte, la agencia ha asegurado que estos 1,2 millones de tweets formaban parte de unaoperación “rutinaria” contra el vecino Corea del Norte.
Los servicios surcoreanos de inteligencia, los mismos que, hace años, utilizaban la tortura para amedrentar a los opositores del gobierno, parecen haber descubierto el poder de Twitter como fuente de información y propaganda.
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