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Un grave fallo de Iker Casillas permitió a Diego Godín romper el equilibrio entre Atlético de Madrid y Real Madrid en la final Liga de Campeones en el Estadio da Luz de Lisboa. El cabezazo de Godín, en un balón enviado por Juanfran, puso arriba a los hombres de Diego Simeone con marcador parcial de 1-0. Mantuvieron la ventaja hasta el último momento y, cuando todo parecía acabado, Sergio Ramos, con otro testarazo, niveló para forzar el tiempo extra en el que los merengues festejaron su décima Copa de Europa. Otra vez son los mejores, doce años después de la última.
Ángel Di María quebró a un agotado Atlético en el alargue. Aceleró hacia el área, entre dos rivales que nada pudieron hacer frente a su velocidad, y cruzó una pelota que, tras ser rozada por Thibaut Courtois, Gareth Bale envió al fondo de las mallas para adelantar al conjunto de Carlo Ancelotti a los 110 minutos.
Los rojiblancos se derrumbaron con el cabezazo de Bale. Hasta ahí llegaron. No podían más. A los 114, Marcelo atacó y sentenció el encuentro. A los 120, Cristiano Ronaldo puso el 4-1 definitivo tras convertir un penal que él mismo provocó.
Se acabó la espera. Ya aquella final de Champions de 2002, definida con el sensacional gol de volea de Zinedine Zidane en Glasgow, es pasado. El hoy, con Zidane como asistente de Ancelotti, nuevamente es merengue.
La primera noticia del compromiso fue la entrada de Diego Costa al once inicial de los colchoneros. El delantero hispano-brasileño, quien estaba en duda debido a problemas musculares, fue elegido por Diego Simeone para jugar desde el inicio. Sin embargo, no resistió. Debió abandonar el terreno de juego a los 9 minutos, sustituido por Adrián. A su vez, Benzema, cuya presencia en el Real Madrid tampoco estaba asegurada, sí entró en el once de Ancelotti. Sami Khedira también fue titular en lugar del suspendido Xabi Alonso.
Un par de disparos a balón detenido de Luka Modric y Cristiano Ronaldo, controlados por Courtois, fueron los tímidos acercamientos iniciales del Madrid. Su primer gran chance se produjo a los 32 minutos de juego, cuando Bale entró al área y, sin marca, disparó desviado.
Cuatro minutos después, vino el costoso error de Casillas. Se quedó a medio camino en la salida, Godín le ganó el salto a Khedira, y aunque el arquero trató de corregir, regresando desesperadamente, no tuvo tiempo de salvar la caída de su arco.
Tras el descanso, el cotejo siguió igual de cerrado. El Madrid, a los 53, tuvo la opción de empatar tras una falta provocada por Di María frente al área. Chutó Cristiano Ronaldo con potencia y colocado, para que Courtois se luciera desviando al tiro de esquina.
A los 56, el Atlético respondió. Adrián remató y Khedida se atravesó en la trayectoria de la esférica para echarle una mano a Casillas.
Los blancos se lanzaban al ataque en busca de la paridad. No tenían otra. Ancelotti realizó un doble cambio para buscar mayor llegada al arco colchonero: Marcelo ingresó por Coentrao e Isco por Khedira.
Sergio Ramos, a los 63, sacó un peligroso centro que se paseó frente al arco de Courtois sin que pudiese ser alcanzado, por cosa de centímetros, por Cristiano Ronaldo y Benzema. A los 67, los merengues volvieron a amenazar, ahora con un remate de Isco desde la medialuna luego de un pase del ariete galo.
Con el correr del reloj, el Atlético comenzó a cuidar el resultado frente a un Real Madrid que le arrinconó. Dos ocasiones claras tuvo Bale, ambas desperdiciadas por falta de tranquilidad y puntería en la definición, y Ronaldo tuvo otra más, con una acrobática tijereta. El premio a la insistencia llegó con un corner cobrado por Modric. Sergio Ramos cabeceó y envió a la red pese al estirón de Courtois. El central explotaba eufórico, el Madrid se salvaba y se iban a jugar 30 minutos más.
En las primeras de cambio de la prolongación, ninguno de los dos bandos hacía daño, con mucho respeto en sus movimientos. Rompió con ello Di María con la carrera que le regaló el 2-1 a Bale. Marcelo acabó con las esperanzas colchoneras poco después.
Si no era suficiente castigo, Ronaldo cayó por falta de Gabi y el árbitro pitó la pena máxima. El portugués no falló y acabó esta Champións con un récord de 17 goles.
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